Hace muchos años la fundación se creó en el corazón y en la mente sintiendo que su principal objetivo era acompañar a las personas a materializar el sueño del alma, ser un agente que ayudara económicamente, físicamente, espiritualmente, emocionalmente y con todo el amor a poder hacer realidad este pedazo del propósito de la vida de estos seres.
La Fundación Sueños coge tierra y raíces con mi maternidad, mi amada, retadora y poderosa maternidad. En la búsqueda de cuál debería ser la mejor educación para mis hijos, me embarqué en un viaje lleno de risas, lágrimas, decepción, logros, tristeza, abrazos, confrontación, besos, juego, enseñanzas y mucho pero mucho amor. Un viaje desde mi humano imperfecto, desde mis errores y aciertos, un viaje de crecimiento absoluto. Ahí fue muy claro que en la fundación quería trabajar la maternidad y sobretodo el fortalecimiento de vínculos entre los papás e hijos.








